Consejos expertos para prevenir la intoxicación alimentaria
Si alguna vez has tenido intoxicación alimentaria, probablemente no la has olvidado. Y si no la has tenido, considérate una persona afortunada. Cada año aproximadamente una de cada seis personas en Estados Unidos, 48 millones de nosotros, sufre intoxicación alimentaria. De ellas, 128,000 son hospitalizadas y 3,000 mueren.
Aunque esta peligrosa enfermedad puede ocurrirle a cualquiera en cualquier temporada y prácticamente con cualquier alimento, el verano es notorio por un considerable aumento de los casos, porque el calor y la humedad crean un caldo de cultivo para las bacterias y otros gérmenes.
“A las bacterias que causan la intoxicación alimentaria les encanta el verano tanto como a nosotros, porque se desarrollan y multiplican rápidamente en temperaturas más cálidas”, dijo el Doctor en Ciencias José Emilio Esteban, subsecretario para Seguridad Alimentaria de la Oficina de Seguridad Alimentaria del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. “Esto hace que las enfermedades arrecien durante el verano”.
Un factor contribuyente es que las personas pasan más tiempo afuera y preparando comidas lejos de sus cocinas y de sus servicios básicos, explicó Layne Dorough, Máster en Salud Pública e integrante del Equipo Nacional de Vigilancia de Intoxicación Alimentaria de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
“No hay refrigerador, ni fregadero, ni termómetro”, dijo ella. “Los alimentos se preparan y sirven de forma diferente”.
Por ejemplo, la gente tal vez no se lave las manos antes de que la comida esté lista. Quizás saquen el pollo de la parrilla y lo coloquen otra vez sobre el plato donde se había estado marinando. Tal vez piensen que un termómetro no es necesario, especialmente para los alimentos etiquetados como precocinados.
Los alimentos a menudo se dejan sobre una mesa de picnic en vez de guardarse en el refrigerador inmediatamente después de una comida. Mientras los invitados están pasando un buen rato, los gérmenes pueden multiplicarse en los alimentos y enfermar a quienes se sirvan por segunda vez.
La intoxicación alimentaria es especialmente complicada porque como norma, al mirar, oler o probar la comida, no se puede decir si la misma contiene bacterias nocivas.
“Muchas veces, sencillamente no lo sabes”, dijo Dorough. “Puedes estar conversando con alguien después de una comida y ambos determinan que no se sienten bien”.
Los síntomas, como diarrea, dolores o retortijones estomacales, náuseas, vómitos o fiebre, pueden comenzar inmediatamente o no hacerlo hasta pasados varios días. Pueden durar algunas horas, o incluso una semana o más.
A pesar de tales funestas posibilidades, no hay que pasar por alto las barbacoas o rechazar invitaciones a fiestas veraniegas. En vez de eso, aprendamos cómo minimizar las posibilidades de intoxicación alimentaria.
La intoxicación alimentaria en cifras
2.
El número de horas que la comida puede mantenerse sin refrigeración. Si la temperatura exterior es de 90 °F o superior, ese número se reduce a una hora. ¿Olvidaste cuánto tiempo ha estado ahí afuera? Si tienes duda, tírala a la basura.
40 to 140.
A las temperaturas entre estos números se les conoce como la zona de peligro. A estas temperaturas, los gérmenes se pueden multiplicar ápidamente en los alimentos. Los alimentos fríos tienen que mantenerse a 40 grados Fahrenheit o una temperatura más fría y los alimentos calientes a 140 grados Fahrenheit o una temperatura más caliente.
65.
La edad a la cual la susceptibilidad a intoxicación alimentaria aumenta para los adultos. También son susceptibles los niños menores de cinco años, las mujeres embarazadas y las personas con sistemas inmunológicos afectados.
Cuatro pasos preventivos clave de los CDC
Limpia. Lava tus manos, las superficies de trabajo y los utensilios con agua jabonosa caliente antes y después de manipular, preparar o servir alimentos. ¿No hay agua corriente cerca? Usa desinfectante para manos con al menos 60% de alcohol en tus manos.
Separa; no permitas la contaminación cruzada. Dorough dice que mantengas la carne de res, el pollo, el pescado y cualquier otra carne cruda aparte y guardada en recipientes o bolsas plásticas separadas. Los alimentos siempre deben marinarse dentro del refrigerador. Cuando sea el momento de asar la comida en la parrilla, tira a la basura la salsa o marinada. Al sacar la comida de la parrilla, colócala en un plato limpio.
Usa tablas de cortar separadas. No cortes pan, queso, productos agrícolas u otros alimentos listos para comer en la misma tabla que se usó para cortar carne cruda.
Cocina. Usa un termómetro de alimentos para asegurarte de que la carne se cocine hasta estas temperaturas recomendadas en grados Fahrenheit.
- 145: temperatura interna para cortes enteros de carne de res, cordero, ternera y pescado.
- 160: temperatura interna para hamburguesas y otras carnes molidas.
- 165: temperatura interna para pollo y alimentos precocinados como perros calientes.
“Incluso si el paquete especifica ‘completamente cocinado’”, dijo Dorough, “asegúrate de cocinar a 165 grados Fahrenheit. Yo recomendaría llevar un termómetro de alimentos a una barbacoa. Es pequeño y compacto, y puede mantenerte libre de contaminación”.
Usa esta tabla para obtener información sobre otras temperaturas recomendadas.
Refrigera. Refrigera rápidamente la comida sobrante. Guarda los alimentos perecederos, como ensaladas, productos agrícolas cortados, embutidos, quesos y comida sobrante cocinada en un refrigerador, en una hielera con hielo o en contenedores con aislamiento. Usa un termómetro de refrigerador para asegurarte de que la comida permanezca a una temperatura de 40 grados Fahrenheit o más fría.
¿Qué debo hacer si me enfermo?
“Asegúrate de beber abundantes líquidos para evitar la deshidratación. Recomendamos que consultes a un médico si tienes diarrea o vómitos que duran más de tres días, si vomitas tanto que no puedes retener ni siquiera los líquidos, si tienes sangre en la orina o las heces, si tienes fiebre más alta de 102 grados Fahrenheit o si estás deshidratado”, dijo Dorough.
En casos raros, la intoxicación alimentaria, puede causar síndrome urémico hemolítico, una afección médica grave que puede provocar falla renal. Los síntomas incluyen poca o ninguna producción de orina, moretones o erupciones sin explicación, fatiga y menor percatación o estado de alerta.
Antes de tomar cualquier medicamento sin receta para diarreas, náuseas o vómitos, asegúrate de consultar con tu médico, advirtió Dorough. Esto es especialmente importante al administrar medicamentos a niños menores de 12 años.