Es el Mes del Corazón en Estados Unidos. Aprende las señales de advertencia de un ataque cardíaco o un derrame cerebral y cómo puedes reducir tu riesgo.
Ataque cardíaco
Un ataque cardíaco ocurre cuando el flujo sanguíneo al músculo cardíaco se reduce o queda bloqueado. La magnitud del daño al músculo cardíaco depende en parte del tiempo que transcurra entre la lesión y el tratamiento. Por eso es fundamental el reconocimiento temprano de las señales de un ataque cardíaco. Presta atención a tu cuerpo y llama al 911 si tú o alguien cerca de ti tiene:
- Molestia en el pecho. La mayoría de las personas que tienen un ataque cardíaco sienten molestia en el centro del pecho. Esta puede durar más de algunos minutos, o puede desaparecer para después regresar. Puede sentirse como presión, compresión, inflamación o dolor incómodos.
- Malestar en otras áreas de la parte superior del cuerpo. Los síntomas pueden incluir dolor o molestias en uno o ambos brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago.
- Falta de aire. Esto puede suceder con o sin molestia en el pecho.
- Otras señales. Estas pueden incluir brotes de sudor frío, náuseas, mareos o un latido cardíaco rápido o irregular.
El dolor o la molestia en el pecho es el síntoma más común para los hombres y las mujeres, pero las mujeres también pueden tener otros síntomas que por lo general se asocian menos con ataque cardíaco, como ansiedad, falta de aire, vómito y dolor en el brazo, la mandíbula o la espalda.
Derrame cerebral
Un derrame cerebral ocurre cuando un vaso sanguíneo que transporta oxígeno y nutrientes al cerebro resulta bloqueado por un coágulo sanguíneo o revienta. Cuando esto sucede, una parte del cerebro queda privada de sangre y oxígeno, y las células del cerebro comienzan a morir. Al igual que con un ataque cardíaco, la acción rápida es crítica en el reconocimiento de un derrame cerebral y para conseguir ayuda.
RÁPIDO es una manera fácil de recordar cómo reconocer un ataque o derrame cerebral y qué hacer.
- Rostro caído. ¿Está caído o entumecido un lado de la cara? Pide a la persona que sonría. ¿Es la sonrisa dispareja?
- Alteración del equilibrio. ¿Tiene dificultad para caminar o pierde el equilibrio la persona?
- Pérdida de fuerza en un brazo o una pierna. ¿Está débil o entumecido un brazo? Pide a la persona que levante ambos brazos. ¿Se va hacia abajo un brazo?
- Impedimento visual repentino. ¿Tiene problemas repentinos de visión la persona en uno o en ambos ojos?
- Dificultad para hablar. ¿Es el habla mal articulada? ¿Es la persona incapaz de hablar o no se le entiende lo que dice?
- Obtén ayuda y llama al 911. Si la persona muestra cualquiera de estos síntomas, e incluso si los síntomas desaparecen, llama al 911 y haz que la persona vaya inmediatamente al hospital.
El derrame cerebral también contempla estos síntomas repentinos:
- Confusión
- Dificultad para ver con un ojo o con ambos
- Dificultad para caminar
- Dolor de cabeza intenso sin causa conocida
Reduce tu riesgo
Este mes es un momento excelente para enfocarte en mejorar y mantener tu salud cardiovascular. Nunca es demasiado tarde para tomar mejores decisiones sobre la salud. Una mejor salud cardiovascular ayuda a reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, derrame cerebral y otros problemas graves de salud. Puedes alcanzar una salud cardiovascular ideal si te adhieres a los ocho componentes de Los 8 pasos esenciales para mi salud™, que son indicadores clave que te ayudan a proponerte comportamientos saludables y a manejar tus factores de salud.
- Aliméntate mejor. Proponte un patrón de alimentación que sea más saludable en general y que incluya alimentos integrales, muchas frutas y verduras, proteínas magras, nueces y semillas. Además, para cocinar, usa aceites no tropicales como los de oliva y de canola.
- Mantente más activo. Los adultos deben realizar 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física vigorosa cada semana (o algo de ambas)
- Deja de fumar. Fumar es la principal causa de muerte prevenible en Estados Unidos. No fumes, vapees ni uses otros productos de tabaco y evita la exposición al humo de forma pasiva. Si fumas, recibe ayuda para dejar el hábito.
- Logra un sueño saludable. La mayoría de los adultos necesitan entre siete y nueve horas de sueño cada noche. El sueño adecuado promueve la sanación, mejora la función cerebral y reduce el riesgo de enfermedades crónicas.
- Maneja el peso. Entender cuántas calorías ingieres y tu nivel de actividad puede ayudarte a identificar los cambios que quieres hacer. Para perder peso, necesitas quemar más calorías de las que comes.
- Controla el colesterol. Los niveles altos de colesterol HDL, o “malo”, pueden conducir a enfermedad cardíaca. Haz que revisen tu colesterol. Después, habla con tu profesional del cuidado de la salud acerca de tus números y cómo los mismos afectan tu riesgo.
- Controla el azúcar en la sangre. Con el paso del tiempo, los niveles altos de azúcar en la sangre pueden dañar el corazón, los riñones, los ojos y los nervios. Debes tratar de mantener una medición de azúcar en la sangre en ayunas de menos de 100 mg/dL o una A1C de menos de 5.7%.
- Maneja la presión arterial. Mantener tu presión arterial dentro de rangos aceptables puede mantenerte saludable durante más tiempo. Los niveles menores de 120/80 mm Hg son ideales.